miércoles, 22 de octubre de 2008

Una bici familiar y urbana




Taga es un nuevo estilo de bici, premiada recientemente en eurobike 2008. Combina las propiedades de un buen coche de niños, con una bicicleta clásica. Perfecto si tu vida es un rally ¿no?
Ofrece también la posibilidad de llevar silla doble, para quienes tienen más de un niño

martes, 21 de octubre de 2008

GWYNETH PALTROW

No conozco personalmente a esta mujer. Nunca he tomado con ella un café ni le he mirado directamente a los ojos para saber qué siente. Tampoco hablado con ella para saber lo que piensa de la vida. Quizás lo que más me haya llamado la atención de su persona es lo que sus amigos la aprecian. Es curioso: miles de revistas adoptan su imagen para publicitar tal o cual producto, o para rellenar un espacio de papel con un artículo más o menos interesante. Sin embargo, nadie se detiene a pensar si esa cara angelical y dulce tiene vida más allá de la fama.

Había oído su nombre un millón de veces, pero eso no quita que permaneciese en el vacío de mi inconsciencia hasta que, un artículo tras otro, hicieron que su persona llamase mi atención. No se ni cuándo los leí, ni a qué actriz famosa entrevistaban, sólo recuerdo que, cuando les preguntaban si tenían como amigo a algún famoso, todos destacaban el nombre de Gwyneth. Hablaban de ella como una persona atenta, familiar, de gran corazón y altísima profesionalidad.

Ayer encontré, por fin, una entrevista dirigida directamente a ella. No pude resistirme a leerla, y ahora comprendo por qué sus compañeros de profesión la admiran de esa manera. No habla de trucos de belleza, ni del esfuerzo grandísimo que ha podido suponerle su último trabajo, o cómo ir de shopping por las mejores ciudades del mundo. Habla de la maternidad.

Gwyneth ganó un Óscar a los 25 años. Después, dice: “con la resaca pos-oscar, perdí la motivación para trabajar. Pensaba que no tenía nada más que decir”. A cualquiera se le habría subido la fama hasta la coronilla y, sin embargo, a ella le hizo reflexionar. Otro habría iniciado su carrera en la máxima frivolidad y excentricidad, pero ella quiso replantearse su vida, reestablecer los valores que la mantenían viva. Había alcanzado la cumbre profesional y se sentía vacía. Esto hizo que se retirase del cine temporalmente.

Nos cuenta que dos años después de aquel Óscar murió su padre, la persona a la que más unida se sentía, y que supuso otro gran golpe en su vida. Poco después conoció a Chris Martin, cantante de Coldplay, quien más tarde sería su marido. Tiene ahora dos hijos y se siente tan enamorada como el primer día. “Ser madre me ha hecho muy feliz durante estos años”.

Cuenta de su padre que se arrepentía de dos cosas en la vida: no haber tenido más hijos y no haber pasado más tiempo con ellos. Gwyneth, por su parte dice: “yo no quería que mis hijos padecieran lo mismo, no los tuve para que otras personas se ocupasen de ellos”. Esto ha hecho que durante unos años se decidiese a volcar toda su atención hacia sus hijos. Ahora que han pasado la lactancia, vuelve a preguntarse por su profesión. Recuerda que, cuando era niña, iba al teatro a ver a su madre ensayando, y que soñaba con ser actriz algún día. Pero ahora piensa en su profesión de otra manera: antes buscaba solamente ser una gran actriz. Ahora también, pero con la diferencia de que, teniendo hijos, quiere que esta experiencia pueda enriquecerles a ellos de alguna manera. Tiene un motivo por el que trabajar y sentirse realizada: la familia.

Vuelve a la gran pantalla con la película Iron Man, de Robert Downey Jr., y su vida vuelve a dar un giro: ahora vive a caballo entre Londres, Nueva York y Los Ángeles, tratando de ser una madre “normal”, pero no olvida sus prioridades y destaca, entre estas grandes ciudades, que le gusta especialmente Londres porque tiene más parques para que sus hijos puedan jugar.
Quizás nos perdamos entre bosques de revistas, pensando qué habremos hecho mal para no ser tan maravillosas como tantas actrices bellísimas y famosas. Pero no nos damos cuenta de que son mujeres como nosotras, y que a nadie le satisface su vida si no tiene un motivo por el que vivirla. No importa la fama o el dinero. Importan la familia, los amigos… en definitiva: aquellos a quienes amamos. Y lo que a ellos podamos aportarles con nuestro trabajo hecho de la mejor manera que seamos capaces.

Marta Gil Colomina

miércoles, 15 de octubre de 2008

Las mujeres que piensan… ¿son peligrosas?

Te propongo un juego: teclea la palabra mujer en Google y mira los resultados. Comprobarás que el panorama es algo desalentador; temas como la dieta perfecta, los secretos de belleza o la moda de temporada copan casi todos puestos del buscador de noticias. Azar, casualidad, despiste, lacra social… lo cierto es que lo que presenta la red tiene mucho más que ver con el tópico que con la realidad del día a día.

Tengo una amiga enfermera, Manuela. Se está sacando la carrera de Medicina, es su sueño desde pequeña, y entre clase, estudios y prácticas en el hospital, trabaja en Urgencias para poder pagarse un piso. Luego está Patri, que se acaba de marchar a Londres para aprender inglés, dejando en España un trabajo estable, a su familia y todos sus amigos. Elisa se ocupa de una fundación solidaria, y cada cierto tiempo viaja hasta Perú, Nicaragua… países en los que poder empezar proyectos de desarrollo que ayuden a aliviar su pobreza. Marta lucha por sacar adelante a su hija recién nacida, Carmela intenta estudiar hasta de noche para aprobar unas oposiciones…

Y mientras, en Internet, millones de webs, páginas supuestamente femeninas, lo único que ofrecen son trucos para enamorar al macizo de turno, recetas de cocina, las claves para vestirse en invierno o en primavera y el plan de ataque para estar estupenda las 24 horas del día.

Sin ánimo de arengas feministas ni luchas a favor de una igualdad radical (soy de las que pienso que todos somos miembros, así, en masculino), creo que muchas veces los medios de comunicación, concretamente, en Internet, no dan una visión real de la mujer. La acotan en temas que sí, pueden interesarnos –lo reconozco, me apasiona ir de compras cuando el bolsillo me lo permite-, pero dejan de lado cuestiones esenciales y presentan un modelo limitado, superficial y, en la mayoría de los casos, frívolo.

Hace poco salió al mercado un libro con el sugerente título de Las mujeres que leen son peligrosas. Les he tomado prestada la idea inicial para empezar este blog, un proyecto que lleva gestándose mucho tiempo, desde que un grupo de amigas nos dimos cuenta de que en Internet había muy pocos (¡poquísimos!) sitios de mujeres que nos trataran como personas reales, con pensamientos, intereses, sueños, alegrías, preocupaciones, metas y experiencias reales.

Empezamos esta aventura con mucha ilusión y ganas de que, con el tiempo, esto se convierta en un foro en el que todos podamos opinar, debatir, mostrar como somos. Nos gustaría hacer de éste, un sitio abierto a la participación, y hemos creado una cuenta para quien quiera expresarse o hacernos llegar cualquier sugerencia (enquepensamoslasmujeres@gmail.com).

Reflexiones, teorías, anécdotas, recuerdos, noticias, historias, entrevistas… cada semana intentaremos ir actualizando este blog, y reflejar que, efectivamente, las mujeres piensan, y mucho, y no por ello somos peligrosas.

¡Bienvenid@s!

¿Quiénes somos?



Una abogada, una diseñadora y dos periodistas que, hartas de cánones y estereotipos, se lanzan a la aventura con un blog que intenta reflejar la realidad de la mujer actual, que, además de comprar ropa y leer revistas del corazón, sueña, ama, siente, trabaja, y, sobre todo, piensa. ¿En qué? Ésa es la cuestión. Si quieres contactar con nosotras, aportando sugerencias, temas o cualquier información interesante, escríbenos a enquepensamoslasmujeres@gmail.com