lunes, 25 de mayo de 2009

Cuento para mayores (sin receta)

Catalina está un poco embarazada, casi nada en realidad. Su embarazo es tan pequeñito que casi no es embarazo. En un embarazo a lápiz, en papel borrador, que se va como ha venido. Además tampoco lo sabe seguro, porque la cosa fue ayer mismo. Catalina tiene 15 años y va a la farmacia con frecuencia. Antes compraba regaliz y clerasil para los granos. Hoy comprará un antiácido, que no necesita receta, porque la lógica ansiedad del evento le ha generado un poquito de hiperclorhidria, y pedirá también un antibiótico para el flemón. El flemón es casi tan pequeño como su embarazo, pero para ése sí que lleva una receta que le dio el dentista. Luego pedirá la píldora “porsiacaso” —así la llama su amiga Loli—, que vale 20 euros (Loli no, la píldora). Loli vale mucho más, porque su padre tiene pasta por un tubo y ha comprado varias píldoras (su padre no, Loli) para no tener que ir a la farmacia después de estar con Manolo. Catalina supone que “porsiacaso” no es el nombre auténtico del medicamento, pero Nieves, que es una farmacéutica superguay, se lo aclarará. Catalina está nerviosa pero contenta. Gracias a la nueva píldora será más libre cuando esté con su primo Borja. Además le han explicado en el cole que mientras el embrión no anide te lo puedes quitar, porque es como si no existiera. Y la anidación sólo ocurre unos días más tarde.Cuando la profe lo dijo en clase, Richi, que es un bocazas medio tonto, contestó: “Eso es como decir que hasta que el niño no esté en la cuna no es niño y te lo puedes cepillar”. Catalina se mosqueó y dijo que “no es lo mismo Richi, qué bruto eres”; pero todos se rieron porque ya sabían lo de ella y Borja.

Catalina llega a la farmacia, pero como hay una vieja (lo menos tiene 40 años) comprando, pide primero el almax para la acidez y el augmentine que le ha recetado el dentista. La farmacéutica se lo trae todo y le pregunta: “¿quieres algo más, guapa?”.Como la vieja no se acaba de ir, Catalina aprovecha para pesarse y comprobar que los tres helados que se tomó con los coleguis le han engordado casi medio kilo. Se va la vieja, y entonces dice: “ah, se me olvidaba. También quiero…, la píldora esa… pa después, ¿mentiendes…? Nieves la mira de arriba a abajo y le pregunta si es para después de comer o para después de ponerse ciega de cocacola con güisqui. Catalina se mosquea y le dice que ya sabe ella de qué está hablando y que tiene derecho a la píldora comosellame. Entonces Nieves le responde que en su farmacia no se despachan abortivos aunque venga la ministra con una pistola; que a lo hecho pecho, y que se lo piensa decir a su padre (al de Nieves no, al de Catalina) para que se entere de lo que hace la niña.

Catalina se marcha con un mosqueo considerable y va en busca de otra farmacia alejada de su casa donde no la conozcan. Al fin la encuentra y le dan la famosa píldora. ¿Sólo una?, pregunta la niña. El boticario se le ríe a la cara y le dice que para qué quiere más. “¿Es que te dedicas a eso? ¿Eres una profesional?”Catalina se ha tomado la píldora con un vaso de Coca-cola light. Ella habría preferido una copa de Baylis, que es dulce como un caramelo y, con un poco de hielo, te pones la mar de contenta, pero es que el alcohol no se lo venden ni con receta.

Por la noche piensa que ya puede estar tranquila; que la cosa no ha tenido importancia, porque además lo más probable es que no estuviera embarazada. Y si lo estaba era un embarazo muy pequeñito, y el embrión no había tenido tiempo de anidar. O sea que Nieves es una exagerada, pero no le dirá nada a papá. Y si se lo dice, que se lo diga. Porque ella tiene sus derechos, que se lo ha oído a una ministra muy mona que hay ahora.

Catalina se mete en la cama. Siempre ha rezado tres avemarías, pero hoy le da cosa y no reza nada.
Apaga la luz y se pone a llorar como cuando era muy pequeña y no podía dormir sola.

lunes, 4 de mayo de 2009

Podemos prevenir y curamos, pero no podemos engañar

La semana pasada se publicaron algunas noticias acerca de la selección de embriones y la prevención del cáncer de mama. Algunas de estas informaciones divulgadas muestran una visión sesgada del problema, pudiendo ser causa de desinformación y ansiedad en muchas mujeres.
En un contexto de medidas terapéuticas y preventivas, a las mujeres afectas de la alteración genética se les está ofreciendo la selección embrionaria (que conlleva la eliminación eugenésica de los embriones portadores de la mutación del BRCA1/BRCA2 -alteración genética-), pero no se señala que, aunque seleccionemos sujetos genéticamente sanos, existe el riesgo general de padecer cáncer de mama durante la vida de cualquier mujer y este no se suprime. Por tanto, la 'niña seleccionada', podrá igualmente presentar la enfermedad de forma esporádica. Es bonito ofrecer una imagen idílica de una vida 'salvada de las garras de la enfermedad', pero no a costa de medias verdades y de vida humanas. Me explico.

El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en la mujer, por tanto es habitual que muchos de nosotros podamos tener algún familiar, más o menos próximo, afecto de esta enfermedad. Es conocido que existe un mayor riesgo de padecer el cáncer de mama cuando otro miembro de la misma familia ha sido diagnosticado de este tumor y ello parece deberse tanto a factores de transmisión familiar como a aquellos relacionados con el ambiente y estilo de vida.
Además existe un pequeño porcentaje de cáncer de mama de origen genético o hereditario, que se caracteriza porque las mujeres presentan una alteración (mutación) genética de uno de los dos genes conocidos, asociados a esta enfermedad, denominados BRCA1 y BRCA2. Sin embargo, presentar antecedentes familiares con cáncer de mama no implica necesariamente la presencia de una mutación genética hereditaria de predisposición al cáncer de mama, ya que, del número total de casos de cáncer de mama, sólo el 5-10% serán hereditarios (genéticos), el 15-20% corresponderán a casos de agregación familiar y el 70%, es decir la mayoría, serán tumores esporádicos, según expone la doctora Isabel Chirivella en una reciente publicación (http://www.geicam.org/).

Debiera quedar claro que la mayor parte de cánceres de mama diagnosticados y tratados no tienen causa conocida hasta la fecha. Esto no impide que seamos capaces de tomar medidas preventivas como ya se hecho en la Comunidad Valenciana. Desde el Programa de Prevención del Cáncer de Mama, desarrollado a partir de 1992, se citan a las mujeres residentes en nuestra Comunidad para realizar un estudio mamográfico, que permita identificar a aquellas que pueden padecer la enfermedad en fase preclínica o asintomática (http://www.sp.san.gva.es). Los resultados de este programa se evidencian por el creciente porcentaje de mujeres diagnosticadas en fase inicial de la enfermedad, que son las que tienen las mejores posibilidades para su curación.
Otras medidas de prevención son las que se aplican en mujeres de alto riesgo, aquellas con un riesgo mayor de desarrollar un cáncer que la población general. Para ello, las mujeres son minuciosamente estudiadas por diferentes especialistas y se establece una pauta de prevención multidisciplinar. Se considerarán, de manera individualizada, diversas medidas que se pueden recomendar como: controles clínicos o exploraciones radiológicas; tratamientos farmacológicos, denominados quimioprofilaxis, habitualmente dentro de un ensayo clínico controlado (http://www.estudioexcel.org); o la cirugía de reducción de riesgo, que contempla diversas técnicas quirúrgicas asociadas a reconstrucción inmediata de la mama. Estas disposiciones se comentarán detenidamente con la mujer con aumento de riesgo, que no enferma, y, de acuerdo con su opinión, se determinará la pauta más adecuada.
Las mujeres portadoras de una alteración genética conocida (BRCA1/BRCA2), presentan un mayor riesgo de cáncer de mama y de otros tumores que se puede presentar a una edad más temprana. Este grupo, entre el 5 y 10% del total de cánceres de mama, constituye un reto para los profesionales dedicados a la mama, ya que, además de un seguimiento estricto y minucioso encaminado a un diagnóstico precoz de la enfermedad, precisan en ocasiones de cirugía de reducción de riesgo. Los cánceres de mama que desarrollan estas mujeres presentan determinadas características, que son bien conocidas por los especialistas, y requieren su tratamiento por un equipo multidisciplinar de mama, como el resto de pacientes de cáncer de mama. En nuestra Comunidad existen unidades funcionales de mama en prácticamente todos los hospitales, que tratan con éxito estos casos a diario.

Las mujeres con cáncer de mama esperan nuevos y cada vez mejores tratamientos. Otra actitud no estaría a la altura de su dignidad.

Belén Merk
Cirujano General y del Aparato Digestivo
Especialista en Mastología