La conocida discoteca Pachá en Valencia anunció que sortearía el próximo 5 de diciembre, y por sólo 20 €/boleto, una operación estética de senos por valor de 4.500 €. El anuncio publicitario se realizaba a través de un cartel que ha sembrado polémica por sexista.
Las reacciones no se han hecho esperar: la Dirección General de la Mujer en Valencia, el Ministerio de Sanidad, el Colegio de Médicos de Valencia entre otras, han intervenido en el asunto. La concejala de Sanidad del Ayuntamiento valenciano -Lourdes Bernal- ha manifestado "su total indignación como mujer y como responsable del área sanitaria por esta iniciativa que frivoliza con la salud", y lamenta "la utilización de la imagen que se hace de la mujer en esta promoción". Además, exigía a los responsables de la discoteca "la retirada del sorteo y una rectificación pública por la promoción de una intervención estética que necesita de tratamiento hospitalario y que se ha promocionado sin las suficientes garantías sanitarias”.
En cambio, ¿qué es lo que contestó el gerente de Pachá?: calificaba de “ridícula” la reacción institucional y social, diciendo que “mantendremos el sorteo si no nos dan razones de peso”. También añadía “nos critican las que no tienen arreglo”. Sin comentarios.
Eso sí –continúa el gerente- “tiro la toalla aunque me fastidia mucho”.
Resulta sorprendente que, ante la innegable utilización del cuerpo de la mujer como instrumento de reclamo publicitario, sean tan contradictorias las interpretaciones que se realizan de ésta. Es evidente que a Pachá no le interesa la mujer en sí misma ni la violencia que se ejerza contra ella a través de la publicidad. Sobre todo le interesa el dinero fácil que habrían recaudado a través de “carnaza” para los jóvenes, que buscan cada vez más en su “perfección” corporal un medio imprescindible para mejorar su autoestima y seguridad personal. Es la única explicación que encuentro a unos comentarios tan desafortunados, contradictorios e insulsos.
Elisa
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario